Alguna vez has querido jugar el papel de un tirano obsesionado potencia oro hambre?
Domina el arte de la corrupción política mientras compartes tu tiranía con amigos: cada vez que conviertes un templo en una prisión, tus contactos en redes ven el caos en tiempo real. Crea alianzas tóxicas, comparte tus conquistas absurdas y conviértete en el villano favorito del grupo.











